Estamos viviendo hoy una situación que se lleva repitiendo de manera habitual en los últimos años y que nos lleva a una manera de reaccionar que nos gustaría reflexionar con todos vosotros.
Como siempre, ante la convocatoria de huelga en la que está implicado nuestro alumnado, intentamos hacer una reflexión grupal, a parte del análisis individual que cada uno de nosotros (los profesores) o la institución (el Colegio) hacemos.
En este tipo de reflexión se les plantea la importancia que tiene la Huelga como concepto a la hora de reivindicar aquellas situaciones que consideremos que nos están afectando negativamente en nuestra vida, así como el derecho de cada uno a tomar parte en ella.
Pero también se les insiste en la actitud y el proceso que debe ir ligado a ello. Lo mínimo es que sepan cuáles son las reivindicaciones que se plantean y que es lo que apoyan o rechazan. Tienen que informarse y saber para participar con responsabilidad.
Ayer, mientras dedicábamos tiempo a exponer esta reflexión en el aula, salieron comentarios sobre la pachanga que iban a hacer, lo bien que iban a dormir la mañana o el tiempo que iban a dedicar a la consola. Por supuesto, el 95 % de ellas y ellos no tenían más noción de la huelga, de que iba en contra de la LOMCE y no les preocupaba conocer nada más sobre el tema. Sólo que no iban a venir a clase.
Con respecto a esto es donde aparece la segunda idea. Estaban preocupados porque no viniesen los demás tampoco a clase, ya que si no venían, no daría materia el profesorado. Tampoco me parece que vaya muy en relación al objetivo de este tipo de jornada.
Lógicamente, ninguno pensaba asistir a ningún acto relacionado con la huelga.
No sé el tipo de reflexión que se ha realizado en la casa de cada uno. No cabe duda de que para que no asista un alumno a clase en un día en el que el Centro informa que se va a dar clase (y la estamos dando), tiene que tener el apoyo de la familia.
A mi me gustaría que esa aceptación se haya dado en base a ese proceso de reflexión que promueva la responsabilidad y la participación ciudadana y no por dejadez. Lo contrario no me parece muy educativo y seguramente explicaría más de una situación en la reciente realidad política que vive la Sociedad española en los últimos años y la confusión e ineficacia que también sufrimos los ciudadanos en los procesos electorales en los que tampoco parece que se lea mucho el Programa Electoral de cada partido político.
Por último, la razón del centro y el profesorado de dar las clases como cualquier otro día, no tiene nada que ver con algún tipo de venganza o coacción. De mano ya hemos dicho que no haríamos exámenes ni nada por el estilo. Simplemente es el discurrir diario del centro, al que se le une el hecho de que cuando un trabajador decide participar en una huelga, deja de recibir su salario y realiza un sacrificio personal por un bien común. En este caso, el alumno/a sufre el perder la explicación del profesor por reivindicar lo que considera un bien común. Nos lo planteamos simplemente como un aprendizaje para el propio alumno/a.
Espero que este comentario público sirva para poder hacer una reflexión que ayude a posicionarse de manera más convincente en sus propias ideas personales.
Fernando López (profesor del Centro)
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