REFLEXIONES

REFLEXIÓN:
PARA SER PERSONA SON NECESARIAS TRES COSAS:
1) SABER DÓNDE SE ESTÁ.
2) SABER DÓNDE SE QUIERE LLEGAR.
3) TENER VOLUNTAD PARA HACERLO.

lunes, 17 de abril de 2017

LOS ALUMNOS/AS EN PRÁCTICAS EN EL COLEGIO, UNA FUNCIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL CENTRO

Desde hace ya muchos años, todos estamos acostumbrados a ver a muchos alumnos y alumnas de la Escuela de Magisterio, de Pedagogía e, incluso de Psicología, realizando prácticas en nuestro centro en las Etapas de Infantil y Primaria. En muchas ocasiones, disfrutamos de que sean antiguos alumnos o alumnas del Colegio los/as que lo llevan a cabo con nosotros.

También desde hace unos cuantos años están realizando prácticas en el centro alumnado que está realizando el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

Aunque estemos acostumbrados a verlos, muchos no sabréis cuál es la razón de ser de este servicio que ofrecemos y el objetivo final del mismo, así que puede ser este un buen momento para comentaros todo ello.

Por un lado, conviene que sepáis cómo es el proceso que se produce para la existencia de estas prácticas en el Centro.

El alumnado que las necesita realizar para sus estudios o los centros formadores que imparten dichos estudios nos solicitan la realización de las prácticas en el Centro y la Dirección habla con el profesorado para ver si está alguno dispuesto a realizar las labores de tutoría que conlleva dicha aceptación.

Si es así, este acuerdo conlleva una serie de condiciones e informes de los que nos tenemos que responsabilizar desde el Colegio. Por ejemplo, dichos alumnos en prácticas no vienen a sustituir a ningún profesor, simplemente a aprender a manejarse, coger experiencia, tener conciencia de todas las distintas tareas que realiza un profesor en su labor diaria y tratar de ganar la confianza necesaria para poder llevar a cabo en el futuro estas tareas de manera propia e individualizada.

El profesor se convierte en un tutor que trata de enseñar lo mejor posible, aconsejar en función a su experiencia previa y desarrollar en un ámbito práctico la formación teórica que el alumno en prácticas ha adquirido previamente.

El profesor no tiene ningún poder concreto sobre el alumno en prácticas, más allá de la serie de informes que elabora para el centro formativo y si el alumno no realiza las actividades o no muestra interés por aprender, no le puede imponer nada.

Ya veis en qué consiste la función y que, en el fondo, se trata de una responsabilidad añadida para el profesor que le conlleva un trabajo adicional.

Os preguntaréis la razón por la cual el Centro acepta este tipo de servicio voluntario y las responsabilidades y trabajo que conlleva si no tiene ningún tipo de compensación por ello.

Pues lo cierto es que el Colegio o el Profesor tutor no tiene ningún beneficio concreto por su labor. Se podría decir que lo hacer "por amor al arte".

En todo caso, detrás de todo esto hay un objetivo y un planteamiento de lo que en el mundo empresarial se denomina Responsabilidad Social de la empresa.

Somos conscientes de cual es la misión última por la que existe el Colegio "Virgen Mediadora" de Gijón  y por extensión la Fundación Educativa Francisco Coll. Nuestro objetivo es, a través de la Educación, formar ciudadanos, personas, que ayuden a cambiar el mundo y lo conviertan en un lugar mejor, más justo, solidario y comprometido con su entorno y con la sociedad en general. Todo esto desde un planteamiento cristiano.

Por ello, el tratar de formar a futuros profesores, intentando transmitirles la visión que tenemos de no sólo enseñar conocimientos, sino educar en valores, mostrándoles que hay que estar cercano al alumnado porque sólo desde la cercanía es posible acceder a ellos y ayudarles a convertirse en buenas personas, capaces y comprometidas con la sociedad, es la manera de que nuestra labor se extienda más allá de los límites del Colegio y llegue a otros alumnos a los que no tenemos acceso directo, pero que les enseñan personas que (de alguna manera) han adquirido una forma de trabajar  y de entender su labor cercana a nuestros planteamientos.

Este es el único fin que nos mueve con la aceptación del alumnado en prácticas, pero nos parece que es una razón más que suficiente para nuestra implicación en ello.

Lógicamente, esta experiencia es muy diversa. Hay alumnos en prácticas que no sólo aprenden, sino que tratan de aportar sus talentos en el Centro, se comprometen con la labor y demuestran que van a ser excelentes profesionales y hay otros que no aprovechan la oportunidad que se les brinda para poder ascender a niveles superiores de formación personal.

Hay alumnos en prácticas que cuando acaban su ciclo entre nosotros se llevan el cariño y el agradecimiento de los alumnos con los que han compartido durante 2 meses el día a día y otros a los alumnos les es indiferente su paso por el Centro.  

En el fondo, también para nuestros alumnos y alumnas es una oportunidad más de aprender que hay maneras distintas de realizar su trabajo y que el entusiasmo y la entrega con el que lo lleves a cabo se refleja en el resultado final.

No quiero acabar esta reflexión sin recordar aquí la razón que me lleva a mi personalmente a realizar esta entrada. Justo antes de la vacaciones acabó su periodo en prácticas entre nosotros Héctor, que durante dos meses no sólo estuvo aprendiendo y formándose todo lo posible, sino que además trató de aportar sus conocimientos y su experiencia en el mundo profesional y empresarial tanto en las clases de Matemáticas como en las de Economía de 4º de ESO en las que participó. 

Desde aquí, a él, a Irene y a todos los que os habéis implicado en vuestro periodo de prácticas, así como a los profesores que han asumido el papel de tutores de ellos, ¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!! y ¡¡Felicidades por vuestro trabajo!!. Ha sido un placer.




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