REFLEXIONES

REFLEXIÓN:
PARA SER PERSONA SON NECESARIAS TRES COSAS:
1) SABER DÓNDE SE ESTÁ.
2) SABER DÓNDE SE QUIERE LLEGAR.
3) TENER VOLUNTAD PARA HACERLO.

lunes, 11 de diciembre de 2017

DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES (25 NOVIEMBRE 2017)

Este pasado viernes 24 de Noviembre tuvo lugar en el Centro un acto para sumarse a las actividades a favor del Día Internacional para eliminar la Violencia contra la Mujer que tiene lugar el día 25 de Noviembre de cada año y que este curso adelantamos un día al coincidir de sábado.

La Educación en favor de la Igualdad y en contra de la Violencia de Género, es una premisa en la que el Colegio se muestra activo en todo momento. Son muchos los talleres, debates y reflexiones que se hacen al respecto y la celebración del viernes es una más de las que se han llevado a cabo recientemente en el Centro y que se enmarcan dentro de un Proyecto global al respecto.

El acto tuvo distintos apartados en los que, en un primer momento, se leyó un manifiesto y un poema elaborado por el alumnado de Bachillerato (muchas gracias y felicidades por tu trabajo, Lucía), que os mostramos más adelante.

Más adelante tuvo lugar el momento culminante con el minuto de silencio que realizamos todos los miembros del Colegio, tanto alumnado como profesorado, desde los más pequeños de la etapa de Infantil hasta 2º de Bachillerato y que fue realizado a las 12:00 horas en conjunto con todo el resto de Colegios de España.

Este minuto fue el punto final de una serie de actividades que se realizaron a lo largo de la mañana, desde reflexiones y oraciones, hasta manualidades.

Os dejamos a continuación el manifiesto y los textos que se leyeron en el acto.
MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
(Lucía Puertas / 2º Bach.)

"Feminismo, derechos, libertad. Estas son algunas de las palabras que, al igual que muchas otras, oímos sin cesar en estos últimos años. Tanto en la calle, como en las noticias, como en los periódicos, siempre estamos escuchando hablar de este tema. Pero, ¿sabemos realmente lo que significa este término?


Feminismo. Esa palabra de nueve letras que cada vez empieza a salir de la boca de más personas. Aquella que, con el apoyo de unos y con el desdén de otros, encontramos hoy en día hasta impresa en las camisetas. Pues bien, el feminismo tiene una clara y directa definición: la búsqueda de la igualdad. La igualdad que se da (o, mejor dicho, debería darse) entre mujeres y hombres. Y, sí, digo “debería”, así, en condicional. Porque, aunque hoy en día las mujeres tengamos más derechos que las de la Antigua Grecia, aún nos queda mucho camino por recorrer. ¿Qué por qué? Muy sencillo, solamente hace falta mirar las estadísticas: 44 mujeres asesinadas por sus parejas en lo que va de año en el estado español. Alarmante, ¿verdad? Pues aún hay evidencias más claras en los países subdesarrollados: "Cada día mueren en promedio al menos 12 latinoamericanas y caribeñas por el solo hecho de ser mujer".

Pero la violencia no solo se demuestra con feminicidios. Muchas mujeres también sufren desigualdad salarial, comentarios machistas o, en muchos casos, violaciones. Y yo digo, ¿por qué por el hecho de ser mujer tiene una que soportar estas actuaciones? ¿Nos hace más débiles el simple hecho de nacer con una anatomía diferente a la del hombre?

Esta reflexión ronda la mente de las personas pensantes desde tiempos inmemoriales, y ya algunos famosos autores del pasado reivindicaban el reconocimiento de la mujer como igual al hombre. Prueba de ello son los siguientes fragmentos:"

“De todos los seres que sienten y conocen, nosotras las mujeres somos las más desventuradas, porque necesitamos comprar primero un esposo a costa de grandes riquezas y darle el señorío de nuestro cuerpo; y este mal es más grave que el otro, porque corremos el mayor riesgo, exponiéndonos a que sea bueno o malo. No es honesto el divorcio en las mujeres, no es posible repudiar al marido. Habiendo de observar nuevas costumbres y nuevas leyes, como son las del matrimonio, es preciso ser adivino (no habiéndolas aprendido antes, como sucede, en efecto) para saber cómo nos hemos de conducir con nuestro esposo. Si congenia con nosotras (y es la mayor dicha) y sufre sin repugnancia el yugo, es envidiable la vida; si no, vale más morir. El hombre, cuando se halla mal en su casa, se sale de ella y se liberta del fastidio o en la del amigo, o en la de sus compañeros; mas la necesidad nos obliga a no poner nuestra esperanza más que en nosotras mismas. Verdad es que dicen que pasamos la vida en nuestro hogar libres de peligros, y que ellos pelean con la lanza; pero piensan mal, qué más quisiera yo embrazar tres veces el escudo que parir una sola. (Fragmento de la Medea de Eurípides)

El año pasado celebramos el cuarto centenario de la muerte de Cervantes, y se nos ha ocurrido que el mejor homenaje a la lúcida inteligencia de este autor, solo comparable con Shakespeare, es recordar su visión de la mujer en el "Quijote". El máximo ejemplo de ello es el discurso de la inteligente y bella pastora Marcela, de una rabiosa modernidad. Haciendo uso de las convenciones del romance pastoril, tan querido en el Renacimiento, Cervantes cuenta cómo el pastor Grisóstomo ha muerto por el amor no correspondido de Marcela, que desdeñó sus anhelos. Ahora todos sus compañeros culpan a la joven de su muerte. Pero ella se presenta sin miedo ante su sepultura y, de manera decidida, reivindica su libertad de elección del objeto de su amor, negándose a existir solo a impulsos del deseo masculino. En el siglo XVII, un periodo en el que las mujeres estaban dominadas por los hombres, sometidas sucesivamente al poder de padres, hermanos o esposos, como piezas de valor para el intercambio matrimonial celosamente custodiadas en los espacios domésticos totalmente separados del mundo, solo a Don Quijote se le podía ocurrir defender su libertad de acción y elección. Cervantes se atrevió a hacerlo a través de este sabio loco, ofreciendo toda una lección de dignidad e igualdad para aquel siglo de injusticias sociales,  y demostrando ser el más grande de los maestros de la literatura en castellano. (Reflexión sobre el monólogo de "La bella Marcela" en el Quijote)

Ante crímenes atroces,
¡no podrán callar las voces!
de la gente al reclamar.
¡No queremos más violencia!
de los hombres sin conciencia,
"Ni una menos" proclamar.

Que no existan más esclavas,
que no le arranquen sus alas,
¡que las dejan sin volar!
Y que no asfixien sus sueños,
porque ellos no son los dueños
de su cuerpo y su pensar.

¡No podrán callar las voces!
que haya leyes más veloces,
¡y a la mujer protección!
A los que sean violentos,
y no tengan sentimientos,
¡que terminen en prisión!

Que se escuchen fuertes voces,
y que las madres no lloren,
¡porque su hija ya no está!
Que las leyes los condene,
“Ni una menos” que resuene,
¡así nadie callará!

Que se tomen las medidas,
¡está en juego nuestras vidas!
el derecho a la igualdad.
Que seamos respetadas,
nuestras voces escuchadas,
¡y vivir en libertad!"

(Poema de Arjona Delia)


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