"Queridos profesores, familiares, compañeros y amigos.
Un año mas nos reunimos aquí cerrando otro ciclo, pero este año nosotros somos los protagonistas. Antes de nada queremos daros las gracias por acompañarnos hoy en un día tan importante y esperado para nosotros. Hoy es el día en el que decimos adiós a muchas cosas, decimos adiós a todo lo vivido estos 15 años atrás. Hoy tenemos sentimientos encontrados: alegría por haber conseguido nuestra meta pero a la vez tristeza por tener que abandonar el colegio, y con ello esta gran familia. Atrás quedan muchos recuerdos que nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Gracias al colegio por habernos visto crecer y por haber sido como nuestra segunda casa.
No podíamos empezar de otra forma que agradeciendo a todas las personas que nos han acompañado en este camino. En primer lugar a nuestros padres, por vuestro apoyo incondicional y por vuestra empatía, por estar ahí en los momentos difíciles y ayudarnos sin pedir nada a cambio, por ser el pilar que nos sostiene. En segundo lugar, gracias a todos y cada uno de nuestros profesores, por ayudarnos en todo momento y acompañarnos durante todo el camino, tanto en los buenos momentos como en los…no tan buenos.
Y por último pero no menos importante gracias a todos nuestros compañeros y amigos, por hacer del día a día algo que recordaremos siempre. Hemos estado unidos siempre, a pesar de las lágrimas, los enfados y las alegrías.
Se podría decir que nuestro paso por este centro ha sido como un gran viaje:
Todo empezó cuando teníamos 3 años y, asustados o emocionados, llegábamos a la puerta del colegio por vez primera agarrados de la mano de nuestros padres sin saber lo que nos íbamos a encontrar. Como no recordar esos momentos en los que nuestra única preocupación era la plastilina y recortar dibujos con el punzón.
Al acabar infantil nos esperaría la etapa mas larga de todas, Primaria. Era hora de dejar atrás la pintura de dedos y cambiarlo por lápiz y goma. Nunca olvidaremos momentos como la granja escuela o la Week Camp.
Muchos de nosotros siempre recordaremos con gran cariño aquellas horas que pasábamos en el comedor jugando y riendo.
Poco a poco, nuestras ansias iban aumentando por que llegase el último día de primaria y poder decir adiós al mandilón. No sin antes firmarlo de arriba abajo por nuestros compañeros.
Con esto comenzaba la temida ESO, era hora de empezar a tomar nuestras primeras decisiones y de nuestros primeros viajes al extranjero. Como olvidar momentos como los vividos en París y la obsesión de Rosalía por que no bebiésemos coca-cola o los famosos spaguetis hechos en una cafetera. También nos llevamos recuerdos de la ESO como las famosas frases de Margot “Esto cae de cajón de madera de pino soltero” o las eternas clases de religión cogiendo apuntes.
Al terminar dejábamos atrás a muchos compañeros que nos habían acompañado todos estos años pero también comenzábamos nuestra última etapa en este colegio: El bachiller.
La etapa mas dura de todas, pero sin duda la mejor. Era hora de juntar al A y al B, las dos clases enfrentadas durante todos estos años atrás. Este hecho no fue, para nada, como nos lo esperábamos. Desde el primer día hasta el último hemos estado muy unidos, apoyándonos en todo día si, día también. Sin quitar algún que otro roce, sobre todo por las fechas de los exámenes...
Sin duda uno de los mejores recuerdos serán los viajes a Italia y a Alemania. Con la famosa habilidad de Armando y Toño para pillarnos siempre en el pasillo o las comidas raras en Alemania. Claramente, han sido dos cursos llenos de nervios pero nada hubiese sido lo mismo sin la compañía de nuestros dos grandes tutores, Roberto y Maite que han sido como nuestros segundos padres todo este tiempo. Solo queda agradecerles todo el cariño y la paciencia que nos han dado.
Llegaban los exámenes finales y los nervios se notaban a kilómetros de distancia. Pero hoy no es un día para recordar eso, hoy estamos todos aquí juntos para celebrar nuestro esfuerzo y ver que al final, hemos llegado todos juntos hasta aquí.
En este discurso no puede faltar acordarse otra vez de vosotros, profesores, que a pesar de meternos presión con la EBAU, ponernos algún que otro examen un poco mas difícil de la cuenta, castigarnos y enfadaros con nosotros, nos habéis aguantado como nadie.
Nunca podríamos olvidarnos de Pablo y sus mil y un historias interminables, Armando y sus “¿nos vamos… callando ya?”. Maite y sus mimos cuando había un momento de bajón y su mítica frase de… ¡uno que se agobió murió! o Margarita, siempre enamorada de los personajes de los libros o su emotiva representación de Don Álvaro.
15 años son mucho tiempo para nosotros, 15 años que no caerán en el olvido, 15 años que han sido, son y serán de los mas importantes en nuestra vida. Os damos las gracias por haber pertenecido a ellos."
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