REFLEXIONES

REFLEXIÓN:
PARA SER PERSONA SON NECESARIAS TRES COSAS:
1) SABER DÓNDE SE ESTÁ.
2) SABER DÓNDE SE QUIERE LLEGAR.
3) TENER VOLUNTAD PARA HACERLO.

viernes, 8 de noviembre de 2013

MÁS CONVIVENCIAS. AHORA 3º B (CONTRUECES 2013)

Ahora les llega el turno a las alumnas y alumnos de 3º B. Carla Pulido ha sido la encargada de preparar el texto. Ya veis que se lo ha tomado en serio y ha escrito un recordatorio de la Convivencia genial (como todos podéis comprobar cuando leáis estas líneas).

"El pasado miércoles 16 de Octubre, nos tocó a la clase de 3ºB ir a las Convivencias en Contrueces y ya de mano, la primera buena noticia que nos dieron fue que, como llovía mucho, los profesores se habían puesto de acuerdo en llevarnos en sus coches. 

Cuando llegamos allí, la casa parecía un buen sitio para pasar el día y nos gustó mucho. Teníamos muchas ganas de entrar y empezar a pasarlo bien con nuestros compañeros. Así que entramos y cuando vimos las habitaciones, a todos nos gustaron mucho. 

Una vez organizados, Carlos nos llamó para ir a la sala y nos habló de la actividad que suponía una Convivencia, del objetivo y, sobre todo, de que las Convivencias  eran un sitio para unirnos más como clase y estar todos juntos. 

Así que iniciamos las Dinámicas y, al principio, empezamos a abrirnos hablando de temas muy variados y demás. Fueron pasando las horas, nos daban descansos y de nuevo para la sala. Una de las actividades, consistía en que a cada uno le tocaba una ficha en la que decía cosas como “¿Qué es lo que más temo?” o “¿Qué es lo que más ansío?”, y por parejas, compartíamos nuestros pensamientos. Esa actividad me gustó mucho, ya que al principio por parejas era aburrido, pero luego nos juntamos 3, y otros 3, y otros 3, y al final terminamos todos juntos como una clase.

Cuando se iba acercando la noche, hicimos palomitas, sándwiches y nos sentamos todos en la sala para ver cómo se clasificaba la Selección Española para los mundiales. En cuanto terminó el partido, las chicas fuimos a la habitación y los chicos a jugar al fútbol fuera. Las chicas nos aburríamos muchísimo y empezamos a pintarnos cicatrices y sangre falsa por la cara. Carlos nos propuso la idea de asustar a los chicos y nos pareció bien, así que nos seguimos pintando. Ellos estaban fuera y no se enteraban de nada y, en cuanto estuvimos listas, Carlos apagó las luces de la sala y le dijo a los chicos que tenían que buscarnos por ahí. Nosotras estábamos escondidas en las habitaciones, en los baños e incluso en los armarios. Después de llevarnos un susto mutuo y de reírnos muchísimo, Carlos nos dijo que íbamos a jugar un “Chicas vs Chicos” a las canciones. El equipo que se supiera más canciones, se libraba de limpiar la casa al día siguiente. Las chicas supimos todas las canciones, mientras que los chicos tatareaban alguna que otra, aunque actuaron con más “deportividad” y por eso Carlos les regaló muchos puntos. Nos reímos muchísimo, y al final cantamos el himno de Asturias todos juntos. Después del juego, ya no estábamos separadas las chicas de los chicos, y nos sentamos todos en la sala hasta que nos mandaron ir a las habitaciones. Allí estuvimos riéndonos, sacando fotos y contando historias de miedo horas y horas hasta que conseguimos dormir
Llegó el día siguiente y pensamos que no nos iba a dar tiempo a nada, pero ocurrió lo contrario, hicimos muchísimas más cosas que el día anterior. Estuvimos en la sala buscando información sobre problemas en el mundo, twitteándolo y compartiéndolo grupalmente.

También salimos fuera a hacer algún juego. Primero, nos dividimos en dos grupos y empezamos a enredarnos formando un nudo, o al menos intentando formar un nudo. Después, de cada grupo, había una persona que se encargaba de desenredarlo. Al final, todos formamos un nudo y era Toño el que nos desenredaba. 

El segundo juego que hicimos, consistía en formar dos equipos, a cada uno se le asignaba a número, y cuando Carlos decía el número, una persona de cada equipo salía e intentaba meter los pies en un neumático que estaba en el centro. Como nadie habló de normas, y todo valía, nos empujábamos, e incluso nos tirábamos por conseguir entrar. El siguiente juego fue prácticamente igual salvo que se jugaba por parejas, y las parejas se peleaban por entrar. 

Por último hicimos un ejercicio de confianza que consistía en meterse dentro de una pila de neumáticos. Carlos preguntó quién quería meterse y yo que tenía curiosidad, quise meterme. Cuando me ayudaron a entrar, Carlos me dijo que consistía en que los chicos tenían que conseguir dejarme en el suelo, hacerme rodar y volver a levantarme. Lo primero que sentí fue miedo, pero confié en ellos y al final no hubo ningún problema. Pero cuando Carlos pidió un voluntario entre los chicos, nadie quería. Nadie confiaba en nosotras, y todos decían que les íbamos a tirar. Las chicas estábamos algo molestas, hasta que Guillermo se ofreció voluntario y tampoco le pasó nada´.

Al final, recogimos todas nuestras cosas y fuimos fuera a jugar el baloncesto, fútbol o sacar fotos mientras esperábamos para irnos. Cuando empezaron a llevarnos de vuelta al colegio, estábamos un poco tristes porque se había pasado muy rápido. Echamos muchísimo de menos a los compañeros que habían faltado ese día, aunque lo pasamos genial y fue un día para repetir".

Ya veis por el texto de Carla, que se nota que se lo pasaron genial. Nos alegramos muchísimo. 


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