Este pasado viernes, 25 de Octubre, todo el claustro de profesores, celebramos en el Restaurante "Bellavista" una pequeña fiesta de despedida en honor a Amalia y Carmen, que les ha llegado el momento de su Jubilación y, con ella, el final del desarrollo de su actividad educativa en el Centro (que no de su espíritu, que seguirá siempre con nosotros).
En resumen de los bonitos y emotivos momentos que todos vivimos ese día, son apropiadas las palabras que la Directora General del Centro, Lourdes, les dedicó en nombre del Colegio y que todos sus compañeros y compañeras, queremos hacer nuestras.
"Queridas amigas Amelia y Carmen:
En estos momentos os veo llenas de júbilo, de satisfacción, de la alegría que trae la Jubilación, después de un trabajo bien hecho durante muchos años. A la vez, me imagino que sentís el contrapunto de abandonar algo que ha sido una forma de vivir, una ilusión por ayudar a los niños y niñas y sacar lo mejor de ellos durante vuestra larga carrera docente.
Durante muchos, muchos años, hemos disfrutado de vuestra compañía, nos hemos sentido bien a vuestro lado, con vuestro trato con los niñas/os, las familias, compañeros de trabajo, ha sido exquisito. Siempre habéis tenido una palabra amable, un gesto cariñoso.
Muchas han sido las generaciones que han pasado por vuestras manos. Tenéis la oportunidad de ver cómo todas han ido madurando, se han sentido seguros de sí mismos, porque vosotras les habéis llenado de argumentos para ello. Y ahora, pasan por nuestros patios acompañando a sus hijos e hijas y recordando con cariño todo lo vivido a vuestro lado.
Hoy es un buen día para ser felices, para sentirse satisfechas de la obra bien hecha. Os lo merecéis. Yo, desde aquí, quiero agradeceros, además de la labor educativa desarrollada, la buena disposición para ayudarnos a superar cualquier dificultad. Os lo agradecemos todas los miembros de la Comunidad Educativa.
Sabéis, Amelia y Carmen, que todos los que estamos aquí (algunas que ya viven el júbilo de la Jubilación) y los que por motivos distintos no han podido venir hoy, os deseamos mucha salud, mucha suerte y dicha para disfrutar de la familia durante otros tantos años como los que habéis pasado entregados a esta delicada misisón. Es hora de un merecido descanso en esta bonita, pero agotadora, tarea.
Sed felices y no dejéis de ver el Sol cada día. Merece la pena. Acabo con unas frases (no sé el autor) a modo de resumen:
"Uno recuerda con admiración a los maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos". (Yo sé que así os recuerda mucha gente).
Y otra: "Dentro de 50 años, no importará qué clase de auto manejaste, cuanto tuviste en tu cuenta bancaria o qué ropa usabas. Pero el mundo puede ser un poco mejor porque fuiste importante en la vida de un niño"
Seguiréis siendo importantes para todos nosotros. ¡De verdad! ¡Felicidades y mucha suerte! Nos seguís teniendo para todo lo que necesitéis."
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