Como cada 25 de Marzo, día de la Anunciata, hemos querido celebrar una fecha tan especial, realizando la ya tradicional Marcha a Covadonga que, entre otras cosas, también quiere conmemorar el final del Año Vocacional que hemos vivido hasta hoy mismo.
Aunque las previsiones meteorológicas no eran muy alentadoras, lo cierto es que el día discurrió con un tiempo más que aceptable. Al menos, no supuso un problema grave.
Cuando llegamos a Cangas de Onís no llovía, lo cual nos animó a iniciar la caminata con destino a Covadonga a ver si había suerte y el tiempo acompañaba hasta arriba. Aquí fue el único traspié que nos dio el día, ya que empezó a llover y, aunque no fue de forma muy intensa, no quisimos arriesgar y llamamos a los autobuses a que vinieran a recogernos y nos llevaran hasta la Basílica. Fue decidir esto y dejar de llover y salir el sol. Así que la mayoría de nosotros acabamos llegando a nuestro destino en autobús, si bien, algunos valientes, se decidieron a subir el Repelao andando viendo que no llovía y no parecía que lo fuese a hacer.
El caso es que a eso de las 12:00 estábamos todos en Covadonga y tuvimos una hora de tiempo libre para andar por ahí, dando un paseo, visitando la ermita con la Virgen, disfrutando de la cascada de agua que bajaba con una fuerza impresionante y aprovechando a comprar los caramelos típicos del sitio, que debieron de acabarse ante la avalancha de peticiones de nuestro alumnado.
A las 13:00 horas tuvo lugar la celebración en la Basílica, corta pero llena de momentos significativos como el discurso que dio la Directora General del Centro, Lourdes, las ofrendas simbólicas que realizaron varias alumnas y profesores en nombre de todos nosotros y el rezo comunitario del Padrenuestro, todos cogidos de la mano.
Tras este momento nos desplazamos hasta Arriondas, donde el Ayuntamiento de la villa nos había acondicionado uno de los Pabellones deportivos para que lo pudiéramos utilizar como comedor. Por ello, es de agradecer el esfuerzo que realizaron todos los responsables y trabajadores del mismo para posibilitarnos este servicio. Desde aquí, con todo nuestro reconocimiento, ¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!
Tras ayudar a recoger toda la basura que se había generado, nos subimos a las 15:30 a nuestros autobuses y nos volvimos a Gijón.
En definitiva, un día estupendo que seguro que (en el futuro) será uno de esos momentos especiales que recordaremos de una actividad que es ya una seña e identidad de nuestro Centro.
Para que así sea, aquí están un buen puñado de fotos para que disfrutéis del momento.
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