REFLEXIONES

REFLEXIÓN:
PARA SER PERSONA SON NECESARIAS TRES COSAS:
1) SABER DÓNDE SE ESTÁ.
2) SABER DÓNDE SE QUIERE LLEGAR.
3) TENER VOLUNTAD PARA HACERLO.

miércoles, 21 de mayo de 2014

DISCURSO DE GRADUACIÓN DE LOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE LA XVI PROMOCIÓN DE BACHILLERATO (2014)

Si hay que destacar algún momento del Acto de Graduación, no cabe duda que de lo más recordado fueron los distintos Discursos que ofrecieron la Dirección, las Familias, los Profesores y los Alumnos. Vamos a ir presentándolos todos, según los vayamos consiguiendo, para que todos podáis disfrutar de unos textos preciosos, muy sinceros y emotivos.

Empezaremos con el de las Alumnas y Alumnos, que son del primero del que disponemos. 

"Hoy es un día especial para todos los que estamos aquí. Hoy es el día en el que finalizamos una etapa, sí, pero empezamos otra diferente y que seguro se verá marcada por todo lo que juntos hemos vivido. Y por ello, queremos hoy recordar nuestras bonitas experiencias en este colegio, los compañeros que conocimos, los profesores que nos acompañaron y todo lo que nos ayudó a estar hoy aquí graduándonos.

No sería muy honesto decir que las relaciones han sido cordiales en todo momento, pues también hemos discutido y dado una voz más alta que otra, pero no es más que el fruto de una convivencia próxima y cercana entre todos, en un curso en el que el nerviosismo y la tensión están presentes en todo momento.

Todo empezó cuando teníamos 3 años y asustados o emocionados llegábamos a la puerta del colegio por vez primera agarrados a la mano de nuestros padres sin saber los que nos íbamos a encontrar. Estamos seguros de que todos recordamos nuestro primer día de colegio. Sin duda, la etapa de Infantil es la más añorada. ¡Quién no querría volver a pintar con pintura de dedos o usar el punzón para crear animales! 

Grandes y buenos maestros nos guiaron y mimaron en nuestros primeros años. En nuestro recuerdo quedarán siempre Pelayo, Ceferina, Ana Flor, Sonia, Marisa o Patricia…

Al acabar infantil nos esperaba la etapa más larga, la E.Primaria. Seguíamos utilizando el mandilón, pero esta vez nos tocaba subir al segundo piso y dejar atrás la pintura de dedos y coger lápiz y goma de borrar.

En esta etapa vivimos bonitas experiencias como la excursión a la Granja Escuela, nuestra primera noche sin padres. De esa experiencia recordamos muchas cosas, como el burro Farruquito, nuestro paseo a caballo o las peleas entre A y B. De la Primaria no olvidaremos tampoco los festivales de Navidad o los de fin de curso en los que mostrábamos nuestras, a veces dudosas, dotes artísticas. Y qué recuerdos vienen a nuestra mente del último día en primaria cuando pintarrejeamos el mandilón de arriba abajo. En nuestro recuerdo quedarán siempre maestras como Charo, Amelia, Magdalena, Ana, Maribel, Nacho, Verónica, Jesús, Geli, Solina…

Pasaron los años y nos tocaba empezar la temida ESO. Todos queríamos que llegara el primer día de clase, ¡nos tocaba colgar los mandilones! Lo que significaba hacernos mayores y empezar a estudiar un poquito más, pero sin dejar atrás la Romería y el día del bocata.

La ESO significaba elegir qué asignaturas queríamos tener lo que, sin querer, nos llevaba a dejar atrás los sueños de ser superhéroes, princesas o futbolistas y empezar a pensar qué nos gustaría ser cuando fuéramos mayores.

Elegimos qué compañeros nos caían mejor y nos hacían sonreír más. Empezamos a quedar los fines de semana, empezábamos a tener nuestro primer grupo, las primeras personas a las que les contaríamos nuestros problemas y nuestras alegrías, y pasarían a formar parte de nuestra vida en forma de recuerdos e historias que siempre llevaremos con nosotros.

Terminar la ESO no era una idea que nos convenciera a todos, íbamos a dejar atrás a compañeros a los que habíamos cogido un cariño especial y con los que habíamos pasado momentos inolvidables.

Pero no todo iba a ser malo, empezábamos la etapa más dura del colegio en la que todos nuestros años pasados pasarían a tener más sentido. Íbamos a juntarnos con el otro curso, el que había sido la competencia y en el que conoceríamos a gente impresionante.

En primero de Bachiller conoceríamos al otro curso e iríamos viendo quién podría acompañarnos en la aventura.

Después llegó el esperadísimo viaje de estudios en el que nos daríamos cuenta de la habilidad de Armando y Toño para salir de su habitación justo para pillarnos yéndonos a la habitación de los demás.

Sin duda, un viaje inolvidable, con sus más y sus menos pero que siempre estará en nuestro corazón ya que gracias a él cada grupo de clase pudo conocerse mejor, enfadarse y saber que eso es la amistad.

En este viaje intercambiamos experiencias, vimos como Javi tenía ataques de risa, como Dani era “un picao” y nos desesperamos con David y su forma de peinarse. Conocieron como Laura no soportaba las cosquillas, como Paula hacía de Indiana Jones o que Lucía se convertía en la chica Disney.

Volvimos del viaje y nos tocó volver a ponernos las pilas para el último esfuerzo, ¡menos mal que teníamos el apoyo de Maite! Si necesitábamos ayuda o un abrazo siempre estaba ahí para nosotros… ¡Gracias Maite!

Las clases continuaron y fuimos testigos de cómo Miguelín conseguía ser la única persona capaz de terminar una cuenta antes que Armando, de cómo Manu era incapaz de prestar un boli, de cómo Raúl era la única persona capaz de sacar de quicio a Pablo, de cómo Edu se moría de calor siempre que había exámenes o de la transformación de Licetti en la enciclopedia del grupo.

Todos nos esforzábamos e incluso estábamos agobiados por la PAU, que aunque nos quedara un año, ya oíamos hablar de ella como el final de todo, nuestra pequeña meta antes de convertirnos en médicos, profesores, ingenieros, escritores o ninis.

Vimos los mítines políticos de Fabián, el imán para robar estuches de Noelia, el talento de Andrea en sintaxis y los viajes mentales de Ana a otros mundos.

No se acababan nunca los problemas ni las discusiones entre los grupos, y cuando parecía que todo estaba en calma… ¡Nos tocaba ponernos de acuerdo para poner las fechas de los exámenes!

Fue ahí cuando vimos la cabezonería de Ángela, los cotilleos de Natalia, la claridad de Pauli para decir lo que piensa, la tranquilidad de Sergio o Migui y sus “es decir”.

Los exámenes acababan y tocaba despedirnos del agobio de 1º de Bachiller, que comparado con 2º resultó ser la mayor tranquilidad. Con ello tocaba despedirnos de la dulzura de Maite y empezar a conocer mejor a Roberto, que parecía duro y resultó ser el más bueno.

2º empezó bien, todos deseábamos reencontrarnos y apoyarnos en el agobio, las lloreras por culpa de los exámenes o la alegría cuando nos salían bien.

También llegaban las esperadas horas libres en las que no podían faltar ni las cartas, ni las aventuras de Hele, ni Sari, que como dijo Roberto conseguiría hacer hablar a un mudo. También continuaron las reflexiones de Ornella y Fernando, el miedo de Irene a las palomas, las inseguridades de Lydia, los dibujitos de Elena y cómo Elisa era la  mejor alumna de griego.

Y en este discurso no podéis faltar vosotros, los profesores, que nos habéis agobiado con la PAU desde primero, nos habéis suspendido, os habéis reído con nuestras ocurrencias, echado de clase y mandado callar mil veces… Pero en parte, si hoy estamos todos aquí es gracias a vosotros, porque aunque os hayamos sacado de quicio siempre nos habéis dado otra oportunidad, y siempre nos apoyasteis cuando estábamos a punto de tirar la toalla.

Nunca olvidaremos a Carlos y sus increíbles clases de plástica, Carlos música y sus convivencias y canciones en las misas, a Fernando y su extraño brazo terminado en cámara, Armando y sus “por ejemplo”, a Eva y sus amenas clases de alemán, a Pablo y su vuelta al mundo en 80 días. Tampoco olvidaremos el taconeo de Marta, las collejas de Toño, las pelis en religión con Lourdes, Margarita, siempre enamorada de los personajes de sus libros o las prácticas a corazón abierto con Elena. También nos acordaremos de los agarrones de Loli para contarnos las cosas, Gema y su proyector  o Natalia siempre tratándonos de usted.

En especial dar las gracias a nuestros dos tutores, ya que sería imposible elegir a uno. Nos habéis ayudado en todo lo que podíais, sacasteis paciencia de donde pudisteis y, a pesar de haber sido un curso difícil, siempre estuvisteis a nuestro lado. Echaremos de menos los “miminos” de Maite y como consiguió que una asignatura como CMC, odiada por la mitad de la clase, no fuera una pesadilla. Y sólo Roberto podía aguantarnos en las discusiones de tutoría, los despistes en química y los cotilleos y bromas en dibujo, convirtiéndose así en nuestro padre del colegio.

Por supuesto, no podíamos dejar sin mencionar a nuestros padres, que fuisteis testigos de cómo nos hacíamos amigos, cómo empezamos a salir y os dimos los primeros disgustos. Nos tranquilizasteis en nuestros agobios, nos felicitasteis por los aprobados y nos castigasteis por los suspensos, pero sin dejar de apoyarnos y de ayudarnos a seguir adelante. Sólo os podemos agradecer el cariño y la confianza en nosotros.

Y, para terminar, agradecer a esta gran familia (profesores, personal…) por hacer que este colegio se convirtiera en nuestro segundo hogar. Por todo ello os estamos muy agradecidos. Jamás olvidaremos nuestro paso por aquí. Muchas gracias."

Dejamos a continuación el Discurso de Lourdes para este Acto (esta vez a través de un enlace) para que también pueda disfrutarlo todo el mundo

DISCURSO DE GRADUACIÓN DE LOURDES (2014)


FOTOS DE GRADUACIÓN DE BACHILLERATO 2014 (DISCURSOS Y ENTREGA DE BANDAS)

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